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viernes, 21 de enero de 2011

Inflación climática

Nunca se vio tanta complicación climática con tantos productos en tantos lugares al mismo tiempo. Pero, además de las sequías e inundaciones, hay otros motivos permanentes y temporales para el alza de los precios. El trigo fue castigado en noviembre por una fuerte sequía en Ucrania y en Rusia. Y ahora es alcanzado por la inundación en Australia. Del trigo producido en Australia, un 60% fueron rebajados para ratio porque no fueron considerados apropiados para consumo humano.
La soja sorprendió a todo el mundo. Se apostaba a la caída y el producto está en alza. Además de las quiebras de cosecha, hay ahora sequía en Argentina. El maíz, como es cultivo complementario de la soja en muchos lugares, también anda con una reducción de la producción. El café enfrentó huracanes en América Central y reducción de producción en Colombia. En el algodón, hubo reducción de la producción en Estados Unidos porque los precios estaban bajos. Los problemas climáticos en Pakistán también afectaron a la caña de azúcar. Es más fácil decir que producto no tiene problemas. El arroz tiene buena producción y una oferta abundante, pero en la mayoría de los productos hay una mezcla de choques de oferta con bajos stocks.
Los bajos stocks no son eventuales. Es que hace algún tiempo la política agrícola de todos los países viene abandonando la práctica de mantener altos stocks de los productos. Es caro mantener el producto guardado. Así, cualquier choque de oferta puede producir una elevación de los precios. Este año es un extraordinario ejemplo de los extremos climáticos y como ellos producen choques de oferta. Eso se suma a la demanda creciente en Asia por todos esos productos y más la actuación de los fondos financieros en los mercados futuros de commodities. Los fondos financieros no crean tendencias, pero las aceleran. Cuando el movimiento esta en alza, la especulación se eleva más.
Sólo ese lado de las commodities agrícolas ya muestra que esta inflación no es simple. Pero no es el único factor de presión de precios. La madre de los problemas es la demanda excesivamente calentada, que hace que los aumentos de precios se esparzan. El sector de servicios anda con precios por encima del techo de la inflación hace mucho tiempo y va a continuar así. El aumento de los gastos de los gobiernos aumenta aún más la presión de la demanda.
Además de la volatilidad de la oferta agrícola, por los eventos climáticos, y de la demanda calentada en Brasil, hay también un alza en los precios de los commodities metálicos. El precio del acero subió más del 35% en los últimos dos meses e incrementó las presiones inflacionarias, ya alimentadas por el aumento en los alimentos y fuentes de energía. Las inundaciones en Queensland interrumpieron gravemente el suministro mundial de carbón de coque, un importante ingrediente en la producción de acero, lo que llevó a una lucha en el sector industrial para acumular acero. Como son minas subterráneas, puede tardar meses para que vuelvan a producir. Ante ese escenario, los precios del acero subieron.
La situación elevó el precio de la bobina de acero laminado caliente en Estados Unidos, referencial del mercado, en un 37% desde el inicio de noviembre, a una cotización de 783 dólares por tonelada, la mayor en dos años. El coque para entrega inmediata llegó a 350 dólares por tonelada, un 55% por encima de los contratos trimestrales, que hace sólo algunas semanas eran negociados a 225 dólares. El mineral de hierro, otro tipo de ingrediente para producir acero, avanza rápidamente en dirección a un nuevo nivel récord, con el producto referencial de entrega a China costando 178,30 dólares por tonelada, un 20% más que en el inicio de noviembre.
Las inundaciones en Queensland está dando un estímulo a los precios del acero”,Ralph Oppenheimer, presidente ejecutivo de Stemcor, una empresa de comercialización de acero. “Las personas están luchando para conseguir suministro”. El Estado australiano produce más del 50% de la oferta mundial de coque transportado por el mar, del cual dependen las siderúrgicas en Asia y, en menor grado, en Europa Occidental. afirmó
Aunque los cambios en el precio del acero tengan menos impacto inmediato sobre los consumidores que las oscilaciones en los commodities agrícolas y energéticos, el mercado del acero, que mueve 500 mil millones de dólares por año, es crucial para la economía mundial, por ser la materia prima más importante para varios productos de uso cotidiano.
Los analistas y los ejecutivos esperan que el precio del acero suba aún más debido a los continuos aumentos de los costos de las materias primas. Aunque la demanda global del acero no es tan fuerte como lo era en 2008, los traders y los analistas dijeron que los precios podrían llegar a niveles records si las fuertes lluvias de Australia siguieran interrumpiendo el suministro de carbón de coque, forzando a los productores de acero a cortar su producción.

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