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viernes, 8 de octubre de 2010

China, expansión demográfica, crecimiento de PBI y el boom del auto propio


*El atasco masivo desarrollado recientemente en China es una gran advertencia. China, que recientemente alcanzó a Estados Unidos como el mayor mercado de autos a nivel mundial, añade 10 millones de autos a sus caminos cada año.
           
Cuando Henry Ford inventó la cadena de montaje transformó la industria del automóvil en el siglo XX. Ahora, el ascenso del mercado automotor asiático y chino se transforma una y otra vez y los fabricantes y sus consejeros bancarios se posición para un futuro incierto. Los fabricantes de automóviles responden a la creciente presión de los consumidores, reguladores y planificadores urbanos para desarrollar vehículos compactos, limpios y económicos que contribuyan a una menor congestión. Como ocurrió primero en Estados Unidos y ahora en China se construyen más carreteras que sólo traen cada vez más autos a sus recorridos.
            China es aún, tras los seis primeros meses del año, el líder en un mercado automovilístico con un crecimiento del 45,5% en comparación al mismo periodo de 2009, superando la marca de 7,4 millones de automóviles. En segundo lugar aparecen Estados Unidos, con un aumento del 15%, y Japón, con un alza del 19,9%. Los datos chinos incluyen solamente los vehículos de paseo. Para el resto de los países, los números engloban autos y comerciales menores. Brasil se encuentra en la quinta ubicación con un aumento del 6,7% en venta de vehículos, comparado a igual periodo del año pasado. Alemania continúa en cuarto lugar, aún con una caída acentuada del 27,5% en las ventas del periodo. Se destaca India que, con un crecimiento del 38%, superó Italia, asumiendo el séptimo lugar.
Un informe del Congreso de Estados Unidos muestra la reestructuración de la industria automovilística global: el ascenso de China e India como países consumidores de autos y la caída de los fabricantes estadounidenses de autos[1]. El informe "The Motor Vehicle Industry: Confronting a New Dynamic in the Global Economy", de 72 páginas, toma nota de la compra de Jaguar y Land Rover por Tata, el año pasado y también el acertado lanzamiento de su marca Nano -el auto más barato del mundo.
China e India, pero también Brasil y México, entran en la categoría de los países emergentes más prometedores en términos de su desarrollo económico. Para los dos primeros ello significó especialmente a un acceso de bienes y servicios antes prácticamente desconocidos incluyendo, por supuesto, los vehículos automotrices. Se prevé que la demanda global de automóviles aumente de 60 millones de unidades por año a 90 millones hacia 2016, con la mayor parte del crecimiento centrado en Brasil, Rusia, India y especialmente en China.
El Asian Development Bank (ADB), sostuvo a mediados de agosto en el estudio “Key Indicators for Asia and the Pacific 2010" que Asia amplia rápidamente su clase media asumiendo el rol tradicional de Estados Unidos y Europa como los consumidores primarios globales. Esto hace que aumente su tamaño y poder adquisitivo, y será una fuerza cada vez más importante en el reequilibrio económico global.  El estudio define a la clase medio a aquellos con ingresos entre 2 y 20 dólares por día basados en dólares internacionales, que están ajustados por la paridad de poder adquisitivo.
El problema es en todas partes el mismo: más personas, con mayores ingresos, que aspiran al automóvil propio para desplazarse. Es una aspiración comprensible pero no es sustentable. Los niveles de consumo de petróleo y los millones de toneladas de emisiones de CO2 están alterando el clima del planeta. No sólo está el daño ocasionado por el calentamiento global a causa de los gases de efecto invernadero. También muchas ciudades están en vías de ser descuartizadas por enormes carreteras urbanas. Los automóviles, con sus respectivos estacionamientos, ocupan un lugar creciente. Es común en grandes ciudades que se instalen barras de metal para impedir que los vehículos se apoderen de veredas. La libertad que brinda el automóvil es contraria, en cada vez más casos, al interés del bien común.

El estimulo económico y los subsidios como parte de la explicación del crecimiento del parque automotor




China bate récords de crecimiento económico. En agosto desplazó a Japón como la segunda mayor economía del mundo.[2] El año pasado superó a Estados Unidos como el principal país productor de automóviles del planeta. Entonces salieron de sus plantas 13,8 millones de unidades, de las cuales 8 millones eran automóviles y el resto camiones, micros y tractores. Es fue gracias a las reducciones del IVA (Impuesto al Valor Agregado) a los autos de baja cilindradas, adoptadas en el marco de las medidas de reactivación para enfrentar la crisis económica mundial. China ha sido un punto brillante para las automotrices globales en medio de una fuerte depresión de la industria, gracias a incentivos de su Gobierno para impulsar el consumo junto con un plan de estímulos económicos de casi 600.000 millones de dólares. Aunque ahora se afirma que el crecimiento sin restricciones de la industria automovilística local puede perjudicar a la economía nacional y por ello se debe frenar la capacidad excesiva del sector.
            Los treinta principales fabricantes de coches de China podrían alcanzar la capacidad de producción de 31,24 millones de vehículos en el año 2015, lo que excederá en gran parte la demanda[3]. Los gobiernos locales impulsados por los ingresos y los beneficios económicos han estado haciendo a ciegas esfuerzos por abrir nuevas fábricas y ampliar la capacidad.
            Los fabricantes se beneficiaron de los subsidios anunciados en junio por Pekín para la compra de vehículos de pequeño porte, con motores reducidos y eficientes energéticamente. El gobierno chino subvenciona con 3 mil yuanes (440 dólares) la compra de automóviles con motor 1.6 y reduce el impuesto en esos vehículos a un 7,5%, en vez del 10% habitual. Además de eso, los compradores de vehículos eléctricos en las grandes ciudades chinas pueden recibir ayudas de hasta 60 mil yuanes (8,8 mil dólares)[4].


 Con más de 160 millones de vehículos (para una población por encima de los mil trescientos millones) el parque vehicular de China solamente es superado por los 300 millones de Estados Unidos, sin embargo, su infraestructura no es ni remotamente parecida. En 2008, el número de autos vendidos era 20 veces más que una década atrás. A nivel mundial, en 2008, la producción total de vehículos superó las 70 millones de unidades, debido a la crisis la cifra para 2009 bajó alrededor de los 60 millones, sin embargo volvió a aumentar para 2010. Los cálculos de cuántos vehículos automotores hay rodando en todo el mundo son poco claras, sin embargo, según la mayor parte de las cifras ronda los 750 millones de vehículos circulando en el mundo.
            En la antigua China, la hora de mayor tránsito matutino en las principales ciudades, como Beijing y Shanghai, solía caracterizarse por el río de ciclistas que corría a lo largo de amplios carriles para bicicletas. Hoy, muchos de esos senderos han sido apropiados por los automóviles y autobuses. China experimenta un aumento pronunciado en su motorización, hemos visto una caída en Estados Unidos de la posesión de vehículos y kilómetros recorridos anualmente. Algunos investigadores dicen que hemos alcanzado el nivel de saturación – último censo halló que hay más autos que gente[5].
Según estadísticas de la China Association of Automobile Manufacturers, en 2009, en las avenidas de ese país circulaban 63 millones en 2009, y según una estimación oficial, esta cifra podría ascender a 75 millones este año. El mercado chino es inmenso. Incluso tras el crecimiento explosivo del año pasado, que hizo que gran parte de los habitantes de las grandes ciudades tuviera su propio vehículo.
Cerca de 1.900 nuevos vehículos llegan diariamente a las calles de Pekín y, si el parque automotor continúa creciendo a este ritmo, dentro de cinco años el tráfico en la capital china podrá quedar bloqueado. Los vehículos particulares ya para un día por semana, de acuerdo con el último número de las respectivas matrículas, una medida introducida durante los Juegos Olímpicos de 2008 y que permite retirar de circulación un quinto de los automóviles de la ciudad, pero aún así el trafico allí esta cada vez más lento. A las horas de punta, sobre todo de mañana, la velocidad media actual en Pekín es de 24.1 km/hora, 3.6 km menos/hora que en 2009. A finales del primer semestre de 2010, Pekín tenía 4,4 millones de vehículos (400.000 más que en diciembre pasado) y si el crecimiento no disminuye, en 2015 llegará a los 7 millones. Las calles de la capital china sólo tienen capacidad para 6.7 millones de vehículos.
Un yuan más fuerte probablemente ayude a muchos fabricantes automotrices globales que hacen autos en China. General Motors, Volkswagen, BMW y otros construyen nuevas plantas en China para incrementar la demanda. Las empresas tienden a importar tanto como la mitad de las partes que usan en los autos terminados. Un yuan más fuerte efectivamente bajaría los costos de esas partes importadas. Esto también reduciría los costos de importar los autos terminados para la venta en China.
Para los fabricantes automotrices home-grown chinos, un yuan más fuerte probablemente tendría menos impacto. Generalmente las fuentes de la mayoría de las partes proceden del interior del país, no importan. Y los fabricantes de autos chinos no exportan mucho -sólo 285.000 autos el año pasado- una fracción de los más de 13 millones de vehículos producidos en China. J.D. Power & Associates dice que las exportaciones de automóviles chinos el año pasado cayeron 53% desde 2008, y permanecen débiles en lo que va del año, aún sin una subida del yuan.
Pero no todas las empresas chinas se escaparían indemnes. BYD, una empresa de rápido crecimiento en la que Warren Buffet tiene una participación, dijo que sentiría este efecto. La empresa con sede en Shenzhen embarcó 6.000 autos el año pasado a los mercados de Medio Oriente, África, y América Latina, y espera aumentar esa cifra a 40.000 este año. La apreciación del yuan "erosionaría nuestra competitividad", dijo Henry Li, ejecutivo BYD. Un aumento del 2 al 3% contra el dólar puede ser manejable, pero si se aprecia más, 5% es difícil de manejar[6].
Tres fabricantes de automóviles chinos provocaron un fuerte incremento en sus ingresos, impulsado por las medidas de Beijing para aumentar la venta de autos. Un factor fue importante: las medidas de estímulo gubernamental, diseñadas para animar la compra de autos durante el downturn económico global. Pero mientras el crecimiento de las ventas de autos en China era rápido a principios de 2010, esto se moderó en los meses recientes debido a una reducción de los incentivos del gobierno[7].
Shanghai Automotive Industry Corporation (SAIC Motor Corp), el mayor fabricante chino de autos por volumen de ventas, anunció que su beneficio neto de la primera mitad del año más que se cuadruplicó en relación al año anterior. La empresa tiene joint-ventures para hacer vehículos con General Motors Co. y Volkswagen AG. Con GM trabajan en el desarrollo de motores pequeños de alta tecnología y transmisiones automáticas avanzadas, con el objetivo de mejorar el consumo de combustible de los autos que fabrican. GM y Saic desarrollarán motores con desplazamientos de 1,0 a 1,5 litros en colaboración con ingenieros en Detroit y su empresa conjunta de ingeniería y de diseño en Shanghai.
Empresas como Chery, Geely, BYD, Great Wall y muchas más de las que no estamos enterados dominarán el mercado de autos en China[8]. Todos ellos se comportan de manera muy parecida: primero la cooperación, después la empresa mixta y, finalmente, la filial. Hace ahora una década hubiera sido impensable imaginar que los grupos de la automoción asiática –con no más de diez años de vida– atacaran los sofisticados mercados occidentales. La clave de esta expansión en los mercados occidentales está en cómo podrán combinar estos grupos su estrategia de producción –caracterizada por unos costos salariales muy bajos- y las exigencias de calidad de sus nuevos clientes.






[1] The Financial Express, “India, China re-order world car industry”, (5/4)

[2] The New York Times, “China Fortifies State Businesses to Fuel Growth”, (29/8)

[3] Reuters, “China regulator, researcher disagree on auto capacity”, (5/9)

[4] AP, “China auto sales rebound to grow 56 percent in Aug”, (1/9)

[5] The Wall Street Journal, Speakeasy, “China Traffic Jam: An Expert on What It All Means”, (25/8)

[6] The Wall Street Journal, China Real Time, “Yuan Impact: Consumer Goods and Autos”, (21/6)

[7] The Wall Street Journal, “Chinese Car Makers Boost Sales, Profits”, (26/8)

[8] Forbes Blog, “Winners And Losers In China’s Car Market”, (26/8)

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